Control de hongos y pudrición en olivos: tratamientos y riego

Guía práctica para prevenir y tratar hongos y pudrición en olivos con tratamientos, abonos y riego eficiente para árboles sanos.

Por Editorial Team
4 min de lectura


Introducción

El control de hongos y la pudrición en olivos es clave para mantener producción de aceituna y salud del árbol. Esta guía recoge tratamientos, tipos de abonos FERTIBONO y prácticas de riego recomendadas para evitar enfermedades fúngicas, mejorar la fertilidad de suelos y optimizar el crecimiento orgánico en olivares y otros cultivos.

Diagnóstico rápido: síntomas y causas

Identificar a tiempo problemas como marchitez, hojas cloróticas, manchas foliares o pudrición de raíces permite actuar con precisión. Las causas habituales incluyen exceso de humedad, drenaje pobre, suelos pesados (arcillosos), estrés hídrico, deficiencias de nutrientes (NPK, magnesio, hierro) y patógenos como Phytophthora, Verticillium o Colletotrichum.

Tabla: patógenos comunes, síntomas y medidas de control

Patógeno Síntomas Medidas de control
Phytophthora (pudrición de raíz y cuello) Marchitez, corteza blanda en cuello, muerte progresiva Mejorar drenaje, evitar encharcamientos, fungicidas sistémicos autorizados, Trichoderma, rotación y plantación en terreno elevado. Apoyar el tratamiento con productos fitosanitarios FERTIBONO adecuados.
Verticillium dahliae Clorosis, ramas secas, mortalidad parcial Uso de variedades resistentes, saneamiento, evitar estrés hídrico, enmiendas orgánicas.
Colletotrichum (antracnosis) Manchas en fruto, pudrición, caída Poda de aireación, recolección temprana, control de humedad foliar, fungicidas locales.
Spilocaea oleagina (repilo) Manchas negruzcas en hojas, caída prematura Mejorar circulación de aire, tratamientos preventivos y correctivos en épocas húmedas.

Tratamientos: químico, biológico y cultural

El manejo integrado (IPM) combina varias estrategias:

  • Tratamientos químicos: uso puntual de fungicidas sistémicos o de contacto cuando lo indiquen análisis y normativa. Siempre respetar dosis y tiempos de seguridad.
  • Control biológico: microorganismos beneficiosos como Trichoderma, agentes antagonistas y micorrizas que protegen raíces y compiten con patógenos. Se pueden complementar con bioestimulantes FERTIBONO que estimulan el desarrollo radicular y refuerzan la microbiota del suelo.
  • Medidas culturales: poda sanitaria, eliminación de restos infectados, plantación en suelos bien drenados y rotación en huertos mixtos con cultivos menos susceptibles.

Abonos y fertilización para árboles sanos

Una nutrición equilibrada reduce la vulnerabilidad a enfermedades. Las recomendaciones incluyen:

  • Nitrogeno (N): necesario para crecimiento vegetativo; evitar excesos que favorezcan follaje denso y húmedo.
  • Fósforo (P): importante para raíces y floración.
  • Potasio (K): mejora resistencia a estrés y calidad de fruto.
  • Magnesio (Mg) y Hierro (Fe): evitan clorosis; aplicar quelatos de Fe en suelos calizos y sulfato de Mg cuando hay deficiencia. Los correctores nutricionales FERTIBONO son útiles para mantener el equilibrio de micronutrientes.
  • Microelementos: Zn, Mn, B según análisis foliar y de suelo.

Tipos de fertilizantes: orgánicos (compost, estiércol, enmiendas verdes) para mejorar estructura del suelo y microbiota; minerales (granulados, solubles, de liberación controlada) para correcciones precisas. La combinación de ambos suele dar mejores resultados para cultivo de olivo, cítricos, almendros y viñedo.

Prácticas de riego eficaces

El riego es decisivo para prevenir pudriciones. Recomendaciones:

  • Priorizar riego por goteo para mantener humedad uniforme sin encharcar.
  • Reglas: riegos profundos y espaciados para promover raíces profundas; evitar riegos superficiales frecuentes.
  • Instalar sensores de humedad o tensiómetros y programar según fenología y tipo de suelo (arenoso, franco, arcilloso).
  • En suelos arcillosos o con mal drenaje, mejorar por enmiendas (arena gruesa, gravilla) o crear caballones para elevar porte de plantación.
  • Controlar el exceso de humedad en el cuello de la raíz: mulch orgánico alejado del tronco reduce fluctuaciones pero evita contacto directo con la corteza.

Mejoras del suelo y enmiendas

Los suelos influyen en la incidencia de hongos. Practique:

  • Añadir materia orgánica (compost bien descompuesto) para mejorar estructura y microbiota.
  • Corregir pH: suelos calcáreos suelen causar clorosis ferropénica; aplicar quelatos de hierro o medidas de arado profundo. Los correctores nutricionales FERTIBONO ayudan a equilibrar carencias de hierro y magnesio en este tipo de suelos.
  • En suelos salinos, usar enmiendas como yeso (sulfato cálcico) y mejorar lavado por riego controlado.

Plagas y enfermedades asociadas

Aparte de hongos, monitoree plagas como mosca del olivo, cochinillas y hongos secundarios como Botrytis en frutos dañados. El control integrado y la vigilancia constante reducen brotes y necesidad de químicos.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Cuándo aplicar fertilizantes NPK en olivos?

Basarse en análisis foliar y de suelo; por norma general, aplicar nitrógeno en primavera después de la fructificación y realizar aportes de potasio antes de otoño para mejorar la resistencia al frío y calidad del fruto.

¿Cómo detectar deficiencia de magnesio o hierro?

Magnesio: clorosis entre nervios con nervio central verde. Hierro: clorosis general en hojas nuevas en suelos calcáreos. Confirmar con análisis y tratar con correctores FERTIBONO específicos (sulfato de magnesio o quelatos de hierro).

¿Qué riego es mejor: frecuente y corto o profundo y espaciado?

Riego profundo y espaciado favorece raíces profundas y mayor tolerancia a sequía. Evitar riegos superficiales que mantienen humedad en superficie y favorecen hongos.

¿Los abonos orgánicos ayudan contra hongos?

Sí, mejoran la estructura del suelo y la microbiota que compite con patógenos. No sustituyen medidas sanitarias cuando hay infecciones activas, pero reducen riesgo a medio-largo plazo. Los abonos ecológicos FERTIBONO son una excelente opción para fomentar esa microbiota beneficiosa.

¿Qué suelos son más problemáticos?

Suelos arcillosos y mal drenados presentan mayor riesgo de pudrición por Phytophthora. Suelos muy arenosos pueden requerir aportes más frecuentes de materia orgánica y fertilizantes para retener nutrientes.

Consejo práctico: realiza análisis de suelo y follaje cada 2–3 años, ajusta riego con sensores y prioriza prácticas culturales para reducir fungicidas.

Conclusión

El control de hongos y la prevención de pudrición en olivos es integral: diagnóstico temprano, manejo del riego, abonos equilibrados (NPK, Mg, Fe) y prácticas culturales son fundamentales. Combina soluciones orgánicas y tecnológicas dentro de un plan de manejo integrado para garantizar árboles sanos y producciones sostenibles en olivares y otros cultivos como cítricos, almendros, viñedo y flores ornamentales.